Es muy probable que la creencia
popular nos haga pensar que los profesores eligen un libro de texto al azar pero
la realidad que se esconde tras esta decisión es otra muy distinta. Un buen
profesor debe saber qué pautas ha de seguir para que su elección sea la
acertada , ya que de ello dependerá que el curso se convierta en una alegría o
una tortura tanto para el profesor como para los alumnos. Es una pieza básica porque
el planteamiento de la clase gira a su alrededor.
¿Qué
aspectos hay que tener en cuenta? Elegirlo conforme a su nivel intelectual, no
intentemos forzar la máquina porque no conseguiremos más que un alumnado
frustrado y, por consiguiente, desinterés hacia la asignatura. Una buena
organización es esencial porque nuestro objetivo no es dificultar su
aprendizaje sino todo lo contrario, estamos para ayudarles. Por lo tanto,
libros con claridad gramatical (sin saltos de páginas), vocabulario bien
estructurado... El libro debe parecernos óptimo en conjunto, no hay que
elegirlo porque nos guste la gramática o la parte del listening... Aunque parezca una tontería, un detalle en el que no me
había fijado anteriormente es que los libros han de estar bien maquetados para
evitar posibles pérdidas de hojas y, por tanto, de información. Incluir
autoevaluaciones al final de cada unidad es un punto a favor de los libros de
texto que las contengan porque es una forma fácil y efectiva de que el alumno
sepa si debe ponerse las pilas, pedir ayuda al profesor o ambas cosas. ¿La
fonética? Estoy de acuerdo con los profesores que creen que es un apartado al
que debe hacerse mención pero no profundizar y, especialmente, agobiar a los
estudiantes. No olvidemos, que la
mayoría de los alumnos de la ESO tienen dificultades incluso para
escribir en inglés, así que mucho más complicado se plantea que identifiquen el
símbolo fonético que corresponde a cada sonido y, además, teniendo en cuenta
que el sistema fonético ingles cuenta con 12 vocales, ¡incluso para los
ingleses es una ardua tarea!
Para
finalizar, creo que es un requisito inamovible que el profesor piense que el
libro es fundamentalmente para los alumnos por lo que es interesante conseguir
que les motive, es decir que contenga fotografías que les permitan
contextualizar el contenido y temas de su interés, ya que con alumnos
desmotivados es casi imposible dar la clase. ¡Nadie dijo que fuera fácil!
No hay comentarios:
Publicar un comentario